La mágica ‘Flauta Mágica’ en el Liceu

                                                             Flauta Mágica en el Liceu Por Félix de la Fuente

Los larguísimos aplausos finales del Liceu parecían remachar que con esta Flauta Mágica se hace fácil ir a la ópera a disfrutar.  Se conjugaba para ello la hermosa producción de David McVicar, procedente de la Royal Opera House, con la dirección de Gustavo Dudamel y un cartel que invitaba a la unánime satisfacción. Flauta Mágica en el Liceu

Imagen de "La flauta mágica" que se vio en el Liceu de Barcelona © David Ruano
Imagen de «La flauta mágica» que se vio en el Liceu de Barcelona © David Ruano

Desde el foso, el maestro venezolano fue uno de los reclamos de esta Zauberflöte y se alineó a las buenas representaciones que se vienen sucediendo en las últimas óperas con la Sinfónica del Liceu. Un inicio contundente abrió el telón de una noche donde solistas y cantantes no decepcionaron a la hora de construir un corpus musical sólido y sofisticado, pero sin llegar a ese singular fulgor al que nos tienen malacostumbrados las expectativas.

Javier Camarena debutó como un príncipe Tamino hermosamente cantado, pero no fue capaz de exprimir interpretativamente un rol con mucho más jugo dramático. Una situación parecida a la del Papageno del barítono holandés Thomas Oliemans, quien, al margen de su atractivo canto, parecía mitigar en lo actoral ese despampanante y loco espíritu del pajarero. Su espejo femenino, la Papagena de Mercedes Gancedo sí que supo clavar su breve rol tanto en lo musical como en lo dramatúrgico. Preciosamente técnico el canto de Lucy Crowe como la princesa Pamina con un memorable “Ach ich fühl’s”.  Lo imponente del Sarastro de Stephen Milling parece, sin embargo, recrudecerse a la hora de abordar el registro bajo más icónico de “O Isis und Osiris”. Por su parte, la norteamericana Kathryn Lewek retrató una Reina de la Noche vigorosa y arrebatada de tales pulsiones que, pese a provocar una puntual pérdida del control en “Der hölle rache”, el público recompensó sin dudar. Matthias Goerne, que venía de representar aquel magistral Wozzeck, interpretó aquí un Orador más discreto. Espléndidas las tres damas de Berna Perles, Gemma Coma-Alabert y Marta Infante, y más plano el Monostatos de Roger Padullés. Las competentes voces de Albert Casals y David Legares como sacerdotes y hombres armados se suman al elenco de secundarios que salpimientan este singspiel en un Liceu, al fin, rebosante de público y entusiasmo. Flauta Mágica en el Liceu 


Ficha artística: La Flauta Mágica, de W.A. Mozart. Dirección de escena (David McVicar). Repositor (Angelo Smimmo). Escenografía y vestuario (John Macfarlane). Iluminador (Paule Constable). Director (Gustavo Dudamel). Sarastro (Stephen Milling). Tamino (Javier Camarena). Orador (Matthias Goerne). Sacerdote/hombe de armas (Albert Casals y David Lagares). Reina de la noche (Kathryn Lewek). Pamina (Lucy Crowe). Las tres Damas (Berna Perles, Gemma Coma-Alabert, Marta Infante). Papagena (Mercedes Gancedo). Papageno (Thomas Olemans). Monostatos (Roger Padullés). Crítica del estreno del 20 de junio de 2022.