Crítica: «Lear» en el Teatro Real

Crítica Lear Teatro Real Por Daniel Lara

Pospuesto por la pandemia, un gran acierto resultó el estreno en España dentro de la presente temporada del Teatro Real, de la tercera opera del compositor alemán Aribert Reimann: Lear, con libreto del alemán Claus Henneberg y basada en la tragedia “El rey Lear” del dramaturgo inglés William Shakespeare. Con una escritura vocal demoledora, la elección del reparto no pudo ser más acertada, del primero al último, por su alto nivel de calidad. Crítica Lear Teatro Real

De izquierda a derecha: Erika Sunnegårdh, Andreas Conrad, Lauri Vasar, Michael Colvin y Ángeles Blancas / Foto: Javier del Real

A cargo de la parte protagonista, en excelente estado vocal, el veterano barítono danés Bo Skovhus retrató a través de un canto intencionado, sensible y pleno de sutilezas el camino de transformación psicológica del autoritario, imprudente y soberbio rey de Bretaña hasta convertirse, a fuerza de dolor, indigencia y sufrimiento, en un nuevo hombre consciente del valor de los afectos y de la naturaleza humana. Su monólogo, mientras vaga en el páramo fue absolutamente conmovedor. Compartiendo ingratitud filial con el protagonista, el barítono estonio Lauri Vasar compuso con gran desenvoltura un conde de Gloucester de dolorosa humanidad y autoridad con una voz de bello timbre y un canto siempre cuidado.  Como su traidor, conspirativo y ambicioso hijo bastardo, el tenor alemán Andreas Conrad le sacó brillo a más no poder a su parte ofreciendo un Edmund de canto heroico, espontáneo y de agudos de acero. Con unos medios vocales apabullantes y alternando, sin nunca poner en juego la calidad de su emisión, entre la voz de pecho y la de contratenor, resultó todo un deleite para los oídos Edgar, el hijo legítimo de Gloucester, el británico Andrew Watts. En la escena, demostró ser un interprete comprometido y poseedor de enormes recursos histriónicos. Su canción del loco Tom en el páramo le dio a la noche otro de los grandes momentos vocales. Crítica Lear Teatro Real

Ernst Alisch, Andrew Watts, Bo Skovhus, Kor-Jan Dusseljee
De izquierda a derecha: Ernst Alisch, Andrew Watts, Bo Skovhus, Kor-Jan Dusseljee / Foto: Javier del Real

Como los consortes de las ingratas hijas del protagonista, al tenor irlandés-canadiense Michael Colvin se lo escuchó muy cómodo en la piel del duque de Cornualles, en cuya interpretación aportó un canto seguro y dúctil y una intencionalidad a flor de piel; por su parte, el bajo-barítono australiano Derek Welton concibió un malhumorado duque de Albany, de voz flexible y agradable timbre. Completando el reparto masculino, no por breves resultaron menos efectivas, las labores del tenor holandés Kor-Jam Dusseljee como el leal conde de Kent, del bajo alemán Torben Jürgens, como el noble rey de Francia y del actor alemán Ernest Alisch, como el bufón del rey.  El impecable trio femenino estuvo dominado por la sádica e histérica Gomeril, primogénita de Lear, de la soprano madrileña Ángeles Blancas quien enfrentó la despiadada tesitura de su personaje con espasmódica naturalidad y soltura y cuya electrizante composición puso los pelos de punta en varias ocasiones al público. Como la resentida y deshonesta Regan, segunda hija de Lear, la soprano sueca Erika Sunnegårdh puso al servicio de la parte una voz de gran entidad canora y contundencia en el decir. Y finalmente como Cordelia, la soprano danesa Susanne Elmark lucio una voz fresca, radiante y ágil que convino a la perfección a la parte de la sincera y obediente hija menor del rey. El coro de la casa capitaneado por el director argentino Jose Luis Basso mostró una buena preparación.

Bo Skovhus y Ángeles Blancas. En el fondo Ernst Alisch y Michael Colvin / Foto: Javier del Real

Despertó mucho entusiasmo el trabajo del director israelí Asher Fisch a cargo de la orquesta titular del Teatro Real, a la que sacó muy buen partido del enorme protagonismo que el compositor alemán le otorgó en la partitura. Con gran sapiencia, supo moverse como pez en el agua en ese universo dodecafónico, de texturas hostiles, disonancias refinadas y violentas percusiones propuesto por el compositor brindando una lectura contrastante, precisa y siempre atenta tanto a hacer justicia de la partitura, así como a sostener la labor de los intérpretes vocales.

Bo Skovhus y Susanne Elmark / Foto: Javier del Real

Pilar fundamental en el éxito de la representación es la producción escénica firmada por  Calixto Bieito, proveniente de la Ópera de Paris, en donde se estrenó en 2016 y se ha repuesto en 2019. El director trasladó la acción de la Inglaterra del siglo XII a mediados del siglo pasado sin alterar la esencia del drama shakespeariano y ofreciendo un espectáculo justificadamente violento y cruel, rico en detalles y de una dirección teatral de muchos kilates. La despojada escenografía de la berlinesa Rebecca Ringst funcionó de maravillas y demostró que “se puede hacer mucho, con poco”, logrando con unas simples tablas de maderas movibles recrear con efectividad y continuidad el laberíntico mundo psicológico en el que se mueven los personajes. Aportó mucho a la agobiante atmosfera planteada por el director de escena el estudiado tratamiento lumínico del francés Franck Evin. Por último, no sería justo pasar por alto las importantes contribuciones de los videos de la suiza Sarah Derendingen, así como del sólido vestuario del diseñador alemán Ingo Krügler. El público respondió con sorprendente calidez, teniendo en cuenta que se trata de un título contemporáneo. Un espectáculo por imperdible. 


Madrid (Teatro Real) 26 de enero de 2024     Lear , ópera de Aribert Reimann con libreto de Claus Henneberg.

Dirección musical: Asher Fisch                                   Dirección de escena: Calixto Bieito

Orquesta y coro titulares del Teatro Real

Elenco:Bo Skovhus, Torben Jürgens, Derek Welton, Michael Colvin, Kor-Jam Dusseljee, Lauri Vasar, Andrew Watts, Andreas Conrad, Ángeles Blancas, Erika Sunnegårdh, Susanne Elmark, Ernst Alisch.