«Tránsito», la ópera de Jesús Torres por encargo del Teatro Real

Una nueva ópera siempre es una buena noticia. El 29 de mayo se estrenó una que está gozando de la atención de la prensa y del entusiasmo de los usuarios en la redes sociales. Lleva por título Tránsito, y se trata de una ópera de cámara basada en la obra homónima del escritor Max Aub.  Nació por encargo del Teatro Real, en colaboración con el Teatro Español, y viene a ser la oportunidad para que un sólido compositor, el zaragozano Jesús Torres (1965), se adentre en el mundo de la lírica en las mejores condiciones.

Por lo que ayer presencié puedo decir que esta oportunidad ha sido aprovechada al máximo. La composición exhibe un amplio abanico tímbrico con una plantilla de menos de veinte músicos. Cinco cantantes muestran el buen hacer de Torres con la voces -una parte muchas veces maltratada en la ópera de nuestros días- y, lo que es mejor, con el desarrollo de los personajes. Torres también firma el libreto y, ¡qué alegría!, mantiene ambos componentes en comunicación de alto nivel.

Al parecer, la inspiración le llegó a través de la lectura de una obra breve de Max Aub, autor de referencia en México pero menos conocido en España. En dicha obra, Aub reflexiona sobre la factura moral a pagar como exiliado, el abandono y olvido por parte de los contemporáneos que se han quedado en la madre patria y el dilema perenne entre volver u olvidar. Esta ópera de Jesús Torres es de las que pueden tener un recorrido y ocupar un lugar en la historia actual del género. Es grato escucharla y excita al intelecto. Hay dramaturgia musical y teatral. Y esto lo digo porque muchas de las nuevas óperas son de “estreno y adiós”.

"Tránsito", la ópera de Jesús Torres
Pablo García-López y María Miró en «Tránsito», la ópera de Jesús Torres.              © Jesús Ugalde

La propuesta escénica de Eduardo Vasco es minimalista pero sugerente. La sobriedad del espacio escénico (Carolina González) define la acción en los dos planos en los que la mente del atormentado protagonista, Emilio, le lleva una noche de insomnio: la realidad y la ensoñación. Los escasos elementos de atrezzo (cama, silla, maleta, escritorio) son el símbolo del matrimonio, el sosiego, el viaje y el exilio. Todos tienen su razón de ser y de estar allí. La proyección de imágenes evocadoras (el mar, unos árboles, publicidad de productos de la época) llegan como parte natural de los recuerdos. Es la década de 1940 y algunos exiliados en México quieren volver a España. Esa es la gran confrontación entre Emilio y su amigo Alfredo. Tránsito, la pareja de Emilio en aquel país, no termina de entender todo lo que bulle en la mente de ellos. Tampoco es capaz de imaginar que Emilio mantiene una relación de ficción con su pasado, con Cruz, la mujer que se quedó en la España negra de la posguerra. El vestuario de Lorenzo Caprile da las pinceladas precisas para completar la imagen de postal.

Isaac Galán y María Miró en "Tránsito", la ópera de Jesús Torres.              © Jesús Ugalde
Isaac Galán y María Miró en «Tránsito», la ópera de Jesús Torres.           © Jesús Ugalde

El barítono Isaac Galán (Emilio) lleva el mayor peso de la obra con autoridad vocal y escénica. Recrea al personaje con gran detalle en pequeños gestos, a la vez que muestra músculo vocal. La soprano María Miró (Cruz) es capaz de mostrar su amplio y bello instrumento encarnando a un personaje que tiene mayor recorrido gracias a la aparición de un hijo, el tenor Pablo García-López, acertado como actor y preciso como cantante, con el que puede manifestar una ternura de la que está ayuna en las escenas anteriores. La mezzosoprano Anna Brull fue Tránsito e hizo con los silencios su propio mundo. Actuó y cantó con esmero, pero su personaje quedó un tanto diluido por la presencia constante de Emilio y el instante de la visita de Alfredo, otro español exiliado en México, que busca el retorno. Javier Franco interpretó a este personaje, corto pero importantísimo para entender lo que hay dentro de la cabeza de las personas que viven deseando volver a su terruño.

Isaac Galán y Anna Brull en "Tránsito", la ópera de Jesús Torres. © Jesús Ugalde
Isaac Galán y Anna Brull en «Tránsito», la ópera de Jesús Torres.                         © Jesús Ugalde

Jordi Francés dirigió, concertó y amalgamó a orquesta y escenario. Un gran reto en un espacio como la Sala Arrabal de las Naves del Matadero, sin un foso propiamente dicho y con los músicos dispersos hasta quedar fuera del escenario.

Federico Figueroa


Madrid. Naves del Matadero (Sala Fernando Arrabal). 2-VI-2021. Jesús Torres: Tránsito. Libreto basado en una pieza de Max Aub. Isaac Galán (Emilio), María Miró (Cruz), Anna Brull (Tránsito). Javier Franco (Alfredo), Pablo García López (Pedro). Miembros de la Orquesta Titular del Teatro Real. Director musical: Jordi Francés. Director de escena: Eduardo Vasco. Escenógrafa: Carolina González. Figurinista: Lorenzo Caprile. Iluminación: Miguel Angel Camacho.