ÓPERA

Exitosa versión de 'Norma' en Valencia

Mariela Devia triunfa en el montaje de Davide Livermore, nuevo intendente del Palau de les Arts

Mariela Devia, como 'Norma', en el Palau de les Arts

Mariela Devia, como 'Norma', en el Palau de les Arts / periodico

CÉSAR LÓPEZ ROSELL / VALENCIA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Después de la 'Norma' con Sandra Radvanovsky en el Liceu y la que se ha programado en el Teatro de la Maestranza, el Palau de les Arts de Valencia, en coproducción con el Teatro Real y ABAO de Bilbao, acaba de estrenar una nueva versión de la ópera de Bellini. La evidente falta de coordinación entre los teatros, aparte del ahorro que hubiera podido suponer que un mismo montaje fuera aprovechado por todos, es algo que clama al cielo. Pero dicho esto el montaje de Valencia, a cargo del director de escena y nuevo intendente del centro, Davide Livermore, y la dirección musical del valenciano Gustavo Gimeno, tenía como aliciente la presencia de la diva italiana Mariela Devia, una cantante que a sus 67 años dio todo un curso de belcantismo.

El estreno de esta producción ha coincidido con la renovación completa del organigrama del Palau, después del abrupto despido de Helga Schmidt, imputada por malversación de caudales públicos, prevaricación y falsedad documental y que sigue en Valencia dispuesta, dice, a demostrar su "inocencia". El lunes se produjo el nombramiento de dos directores titulares de la orquesta, hecho que marca el inicio de una nueva etapa de bicefalia al frente de la estupenda Orquesta de la Comunitat Valenciana. Los elegidos por Livermore son el ascendente Roberto Abbado (Milán, 1954), sobrino del gran Claudio Abbado, y Fabio Biondi (Palermo, 1961), una autoridad en el repertorio barroco y fundador de la orquesta Europa Galente. Uno y otro asumirán el trabajo con la orquesta en los repertorios clásicos y modernos y en el de música antigua.

Pero aún habrá un tercer director, en este caso como invitado principal, representado por la figura de Ramon Tébar (Valencia, 1978) que está haciendo carrera en EEUU como titular de la Florida Grand Opera de Miami y director artístico de la Opera de Naples (Florida). Abbado y Biondi dirigirán dos óperas por temporada, además de conciertos sinfónicos, y el valenciano una ópera y un concierto. Después de un año sin director musical, tras finalizar el contrato del israelí Omar Weir Wellber y dimitir Zubin Mehta como director del desaparecido Festival del Mediterráneo, ha habido celeridad ahora en tapar el hueco por razones artísticas y políticas y porque en junio de iniciará un concurso para la contratación de 14 nuevos músicos, selección de la que se responsabilizarán los nuevos titulares.

Gestión de mínimos

Aquellos polvos trajeron esos lodos. De la 'grandeur' inicial de la etapa Camps en la Generalitat Valenciana representada por los fichajes a golpe de talonario de Lorin Maazel, el del citado Mehta y la contratación de las grandes estrellas del circuito, además de impulsar montajes fastuosos como la Tetralogía de La Fura, se ha pasado a una gestión de mínimos. La política de Schmidt de los últimos ejercicios ha sido la de montar repartos alrededor de una figura con atracción para la taquilla con cantantes emergentes y aprovechar los nuevos valores del Centre de Perfeccionament Plácido Domingo. Con esta base se han ido manteniendo, aunque con retrasos en los pagos, las últimas temporadas. Y no parece que cambie la línea mientras no mejore el patrocinio y la inyección de recursos.

Todo ello se ejemplifica en esta coproducción de 'Norma'. Devia, aunque sin la expresividad dramática de Radvanovsky, mantuvo una equilibrada línea de canto fruto de su deslumbrante técnica, con buenos agudos, bellas ornamentaciones, algún pequeño problema en el centro pero completando una gran actuación. En la 'Casta diva' le perjudicó, en cuanto a emisión, su ubicación en lo alto del pedestal-árbol que centra la escenografía de un Livermore menos inspirado que en 'Otello' o 'La forza del destino'. Russell Thomas (Pollione) fue de menos a más, con buen volumen canoro aunque solo afinado hacia el final.

Varduhi Abrahamyan (Adalgisa) exhibió una voz sólida y con buena proyección que brilló especialmente en los dúos. Serguei Artamonov fue un poderoso Oroveso falto de matices. La dirección musical de Gimeno, muy clara y precisa, se adaptó bien a las exigencias de los cantantes y lució en los pasajes orquestales más líricos. Muy bien, como siempre, el coro en esta producción que cosechó más de 10 minutos de aplausos y bravos.