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CRÍTICA ESTRENO ÓPERA

Rodelinda triunfa con rotundidad en su primera visita al Teatro Real

sábado 25 de marzo de 2017, 10:51h
Ivor Bolton, la Orquesta Titular del Teatro Real y los solistas Lucy Crowe y Bejun Mehta han sido los más aplaudidos en el estreno, este viernes, de Rodelinda, la exquisita ópera de Händel en la que también ha brillado con luz propia el personaje del niño Flavio, interpretado por Fabián Augusto Gómez, y gracias a la lograda dirección escénica de Claus Guth.
  • La ópera Rodelinda de Georg Friedrich Händel. Foto: Javier Del Real

    La ópera Rodelinda de Georg Friedrich Händel. Foto: Javier Del Real

  • La ópera Rodelinda de Georg Friedrich Händel. Foto: Javier Del Real

    La ópera Rodelinda de Georg Friedrich Händel. Foto: Javier Del Real

  • La ópera Rodelinda de Georg Friedrich Händel. Foto: Javier Del Real

    La ópera Rodelinda de Georg Friedrich Händel. Foto: Javier Del Real

  • La ópera Rodelinda de Georg Friedrich Händel. Foto: Javier Del Real

    La ópera Rodelinda de Georg Friedrich Händel. Foto: Javier Del Real

Por primera vez, la ópera Rodelinda de Georg Friedrich Händel se ha subido este viernes al Teatro Real en una nueva producción, en coproducción de la Ópera de Fránkfurt, el Gran Teatre del Liceu de Barcelona y la Opéra de Lyon, que cuenta con la convincente y lograda dirección de escena de Claus Guth. El director alemán ha elegido al único personaje sin voz en la partitura para contarnos el drama provocado por la lucha sangrienta para hacerse con el poder en Lombardía que inspiró a Händel para escribir esta ópera, la última de las tres que compuso – después de Julio César en Egipto y Tamerlano - en el breve periodo de doce meses, entre 1724 y 1725. Y la elección, visto el resultado, no puede ser más acertada. Este personaje sin voz es Flavio, hijo de Rodelinda, el curioso y creativo niño que, gracias a la dramaturgia creada por Guth, sirve de hilo conductor de la historia, haciéndola más cercana y dotándola de un movimiento inteligente y profundo que convence sin necesidad de recurrir a ciertos tópicos en extremo arriesgados, de los que suelen gustar quienes buscan “contemporizar” los dramas alumbrados varios siglos atrás.

El rol interpretado por Fabián Augusto Gómez se convierte así, en esta producción, en foco de atención y, por otra parte, parece atreverse a reivindicar en buena parte la dramática situación de cualquier niño – hoy igual que hace trescientos años – que se ve obligado a crecer en medio de una lucha familiar, sin que los adultos parezcan ser conscientes de lo que esa cruenta guerra provoca en él. Guth acierta a la hora de no ahorrar “sufrimientos” al pobre Flavio, quien, a su vez, intenta combatir los miedos, pesadillas y fantasmas que lo persiguen sin clemencia dibujando. Son precisamente sus dibujos los que, proyectados sobre la fachada del elegante edificio blanco – inmensa casa de muñecas inspirada en una real de estilo georgiano situada en plena campiña inglesa – explican sus sentimientos, temores y esperanzas ante tanta traición, escenas de celos, deseos de venganza y, por supuesto, también verdadero amor.

Y hablando de amor, en Rodelinda el que triunfa es uno de los que menos frecuentan los libretos operísticos: el amor conyugal. Antes de que Beethoven apostara por la rareza que supone ensalzar la lealtad matrimonial en su Fidelio, Georg Friedrich Händel ya había visto en la fidelidad de la reina de Lombardía por su esposo una historia en que inspirarse para componer la que llegaría a ser una de sus óperas más apreciadas desde su estreno en Londres en 1725. El compositor se sirvió para ello del personaje de Rodelinda, a quien da vida con gran calidad y solvencia, en el primer reparto, la soprano británica Lucy Crowe, ovacionada con entusiasmo por el público asistente a la primera de las nueve funciones que podrán verse de la obra en el teatro de la Plaza de Oriente. La protagonista mantiene el compromiso con su esposo Bertarido, interpretado por el contratenor Behun Mehta, que también se ha llevado buena parte de las aclamaciones de bravo que han podido escucharse, a pesar de creerlo muerto – hasta dos veces -, resistiéndose a casarse con el usurpador del trono, Grimoaldo, rol a cargo del tenor inglés Jeremy Ovenden, igualmente muy premiado. Junto a ellos, han completado el magnífico primer elenco Lawrence Zazzo, Umberto Chiummo y Sonia Prina, que junto a los actores encargados de “asustar” a Flavio recibían anoche el aplauso de un público que, en todo caso y merecidamente, reconocía de manera especial la interpretación precisa y exquisita ejecutada por la Orquesta Titular del Teatro Real a las órdenes de la batuta del director musical del coliseo madrileño, Ivor Bolton.
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