Una cautivadora hija del regimiento en Sevilla

La hija del regimiento en Sevilla
La hija del regimiento en Sevilla

La reposición de La fille du régiment de Gaetano Donizetti en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, a partir de una producción del Gran Teatro del Liceo, ha obtenido gran éxito de público y crítica. No en vano, la producción original traía ya buenas críticas, pero la reposición en la Maestranza ha contado con una serie de elementos que no desmerecen en absoluto a la original, si bien incluso la complementan. Y sin lugar a dudas, la presencia de Pretty Yende como Marie ha sido la clave del éxito, llenando el escenario con su espléndida voz y sus maravillosas dotes interpretativas.

La fille du régiment es una de las óperas más conocidas de Donizetti, verdadero fenómeno en Francia por verse en su tiempo como emblema de la exaltación patriótica. Su estreno en París el 11 de febrero de 1840 fue un rotundo éxito que incluso suscitó el desagrado de Héctor Berlioz, abrumado por el predicamento que el italiano estaba suscitando. El director de escena Laurent Pelly revisa la historia sencilla pero eficaz de Saint-Georges y Bayard, y nos actualiza la acción con gran coherencia y efectismo en una puesta en escena magnífica. Junto a Chantal Thomas, responsable de la escenografía, nos despliega un escenario formado por cartas geográficas que sirven a la vez de pavimento y referencia histórica a las guerras napoleónicas en cuyo marco tiene lugar la acción. Elementos sutiles pero de poderoso efecto visual, tales como las camas de campaña, las cuerdas llenas de ropa tendida o el daguerrotipo de proporciones colosales que desciende para ilustrar la escena del cortejo, enriquecen el ya de por sí original escenario, y dotan de carácter icónico objetos cotidianos que contextualizan la historia de los personajes. Igualmente destacable es la recreación de un salón palaciego en el castillo de Bekenfield, con una plataforma inclinada en la que las sensación de profundidad se configura con falsas paredes perfiladas solamente con las aristas de sus vanos y los marcos de cuadros imaginarios, puertas y chimenea. Una original e imaginativa escenografía que sirve como espacio ideal para el desarrollo de la trama.

En medio de este despliegue visual brilló por encima de todo la soprano sudafricana Pretty Yende, una voz poderosa y de gran belleza cuya coloratura está a la altura de las más grandes, pese a su exuberante juventud. En su rol de Marie, la joven adoptada por el regimiento núm. 21 de las tropas francesas que finalmente será la hija secreta de la Marquesa de Bekenfield, la soprano hizo las delicias de los asistentes. Durante toda la representación conjugó una increíble capacidad vocal con unas dotes actorales espléndidas puestas al servicio del personaje; su gestualidad, la articulación del texto y la interacción con los otros personajes la revelan como una gran actriz, a lo que hay que unir un timbre vocal potente y limpio cuyas agilidades y agudos rayan la perfección. Desde “Chacun le sait”, en la que canta la conocida canción del regimiento, pasando por la tierna romanza “Il faut partir mes bons compagnons d’armes” o el aria “Par le rang et par l’opulence”, hasta la festiva escena final de conjunto, la voz de Pretty Yende se impuso por encima del resto del elenco, cautivando al público asistente y desatando prolongadas ovaciones.

Junto a Marie, dos grandes voces dan réplica al personaje. En primer lugar, su enamorado Tonio, representado hábilmente por el tenor John Osborn. Este papel, que compite en dificultad y exigencia con el de su partenaire, requiere del cantante no sólo un fiato considerable, sino también un dominio de la proyección y una tesitura aguda de gran desarrollo. Escrito para un tenor lírico-ligero, el personaje encuentra su punto máximo de esplendor en la cabaletta “Pour mon âme”, con los ya emblemáticos nueve Dos de pecho, que para mayor dificultad va precedida de la cavatina “Ah! Mes amis, quel jour de fête!” también de probada exigencia. John Osborn resolvió muy dignamente estas dificultades, así como las múltiples escenas de conjunto que la trama le reserva, demostrando ser una voz poderosa y hábil, a la altura de la calidad vocal de Pretty Yende.

La hija del regimiento en Sevilla
La hija del regimiento en Sevilla

El otro rol masculino de peso en la obra es el sargento Sulpice, que al frente del regimiento hace las veces de padre y tutor de Marie, y que en esta ocasión estuvo magistralmente representado por el barítono Carlos Daza. En igualdad de condiciones, aportó una voz timbrada y bien calibrada y unas buenas dotes interpretativas y comicidad en lo actoral a sus escenas, tanto con Marie como con la marquesa. Este último personaje, interpretado por la mezzosoprano Marina Pinchuk, y su mayordomo Hortensius, en la voz de David Lagares, completan dignamente el cuadro de actores-cantantes.  

El Coro de la Maestranza también merece ser destacado como parte importante del elenco musical, ya que está muy presente en toda la acción, particularmente la sección masculina que interpreta a los soldados del regimiento.  En todo momento sonó rotundo y con presencia, buena articulación del francés y un desarrollo coreográfico oportuno.

Por su parte, la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, dirigida por Santiago Serrate, revivió vivamente la partitura de Donizetti, cuyo peso recae casi por igual en cuerdas y vientos. Esta última sección estuvo muy oportuna, desde el solo de trompa inicial a los toques militares de corneta, pasando por el rico juego motívico de los vientos-madera en toda la obra. La orquesta tuvo varios momentos de esplendor, como son la propia obertura o  el balletto con el que se inicia el segundo acto. La dirección de Santiago Serrate fue muy acertada, ofreciendo siempre el perfecto marco sonoro de las intervenciones vocales.

En definitiva, pudimos disfrutar de una divertida puesta en escena llena de guiños teatrales, con un desarrollo vocal espectacular en las voces solistas y una escenografía rica y efectista.

Gonzalo Roldán Herencia